La Graduaciòn
Lugar; el Hotel Los delfines; hora, 2 pm.
Todos estaban reunidos en el segundo piso del hotel, saludos por donde mirabas iban y venìan, preguntas por lo que ocurrirìa no dejaban de repetirse, hasta que el pedido de ingresar a los vestidores llegò.
Se iniciarìa entonces la lucha por una toga, y a pesar de los esfuerzos para su correcta distribuciòn, más de uno recibió un buen empujòn en esta hazaña, soportando incluso el intenso calor del lugar que aumentaba con el paso del tiempo.
Con fe todos salieron del vestuario, rápidamente se formaron y ante el llamado del locutor cada salòn ingresò a la sala principal con el aplauso del respetable; ya sentados, las miradas se fijaron en la mesa de honor, quiènes estarìan esta vez; Max, el director, ellos siempre estaban, pero la presencia del segundo profesor emocionó a muchos: Flores.
Una pequeña pausa para el himno nacional, y continuò la ceremonia. Presentaron a los profesores, Max recibiò merecidos fuertes y calurosos aplausos, no obstante quedarìa "opacado" por Flores, quien no sòlo ganò aplausos sino la distinciòn de obtenerlos con sus alumnos de pie. Un Max avergonzado desde su lugar continuarìa las palmas.
Un par de alumnos de 4º estuvieron presentes con un discurso de despedida, para luego subir al estrado 3 de 5º, quienes hicieron una semblanza de lo sucedido en los ùltimos años, destacàndose lo ocurrido con el paso de un local a otro, la experiencia en un paseo, lo que sucede durante los exàmenes diarios, las frases cèlebres de los profesores y la feria regional.
Acabada dicha participaciòn, comenzò la esperada entrega de diplomas y anuarios; el "A" iniciarìa las acciones. Ya en el estrado, el maestro de ceremonias pidiò a la primera fila ponerse de pie, cada quien tomo la borla del birrete y al anunciarse: "cambio de borla", fue pasada al lado derecho; hasta ahì bien, pero nadie se esperaba la fuerza de cierta melodìa que acompañò el acto, la misma que por el tono era propia de sucesos sorprendentes.
Luego se llamò por orden de lista para la entrega de diplomas, siendo acompañada por la lectura de lo que habìan escrito en la hoja respectiva, conteniendo datos, agradecimientos, entre otros. Al pasar por la mesa de honor, las anfitrionas (dignas de un post aparte) ayudaban en la ubicaciòn de los alumnos.
El "A" pasarìa, claro que la presencia de Leòn, alumno del "A" desde el año pasado pero al que nunca se le vio, fue tomado con sorpresa.
Ahora faltaban pasar por el mismo proceso el B, C, D y E tornàndose un poco tediosa la ceremonia, aunque determinados comentarios como "gracias a la Gran Sangre", " gracias a la U", o "voy a estudiar en Harvard", animaron la noche.
El ùltimo alumno del E recibiò su diploma y ante todos estaba ahora el director (a quien luego premiarìan), agradeciò a la promociòn por los èxitos alcanzados deseando èxitos para todos, finalizando al decir que Trilce Salaverry sentirìa un gran vacìo desde ahora ($).
Se premiarìan a Max y a Flores (ante èl todos volvieron a ponerse de pie), siendo acompañados por interminables aplausos.
Para culminar tres alumnos cantarìan. Sòlo que uno de ellos no se callò nada a pesar que el director estaba presente. "Si el colegio es como mi segundo hogar porquè no puedo quitarme los zapatos o llegar tarde", bajando un poco el tono al decir "en Trilce aprendì que no sè aprender". Al terminar la primera canciòn dirìa:" Sì, ya sè que me estàn mirando".
Sòlo faltaba el lanzamiento de birretes que darìa paso a la emociòn y alegrìa de todos, se dieron las fotos de rigor, concluyendo asì la graduaciòn.
Atte.
Pachas