Regresando
Fue el miércoles cuando ocurrió, y hasta ahora tengo en mi mente lo sucedido. Acababa la jornada educativa del miércoles, todos pedían a gritos que esa pequeña puerta se abriera para salir como la peor de las estampidas, era la salida y nadie quería pasar un segundo más sentado.
Conseguí salir del salón y luego de un largo recorrido por las escaleras, la figura de la calle llegó a mis ojos.
Llegué al final de la acera y tomé el carro de siempre, ya en él, me paré junto al asiento en el que iban sentados un niño y un hombre que hacía más caso a su celular que al pequeño que se veía incómodo, y vaya que sí porque estaba al filo del asiento.
Y así estuvo el niño por un buen rato y el hombre nada de acomodarse, hasta que llegó el momento en que se preparaba para bajar y en eso el niño recogió algo del asiento monedas de denominación alta, se acercó al señor y muy amablemente le entregó lo que estaba por perdérsele. Sí, a pesar de todo lo que le hizo pasar, el niño hizo este acto de honradez, que difícilmente uno puede ver.
Finalmente, el hombre atinó a agradecerle al pequeño y luego de bajar, buscó la mirada del niño desde afuera, para que como último gesto, levantara la mano despidiéndose de él.
Atte.
PACHAS
3 comentarios:
ay david!! no cuentes u historia pequeño niño jajaja!
oye esta cheere tu reflexion,deberian hacer una lista de los q creen q estaran el prox bimestre en el A, ps como la lista de bernaola...
SOMEtimes I say...where am I??!!...FortunaTely, weeks are going fast..although not everything is bad at all
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