Prudencia en Perú tras declaración de Morales de que rompería relaciones
La declaración del presidente Evo Morales de que Bolivia rompería relaciones diplomáticas con Perú por el amparo que dio a tres ex ministros bolivianos fue recibida con prudencia en Lima, donde el primer ministro atribuyó la amenaza como hecha en caliente y un grave error si se concreta.
"Perú y Bolivia no pueden vivir sin relaciones, hemos nacido del mismo tronco, la declaración supongo que ha sido hecha en caliente por la protección otorgada a los ex ministros bolivianos", dijo el primer ministro Yehude Simon.
"Somos hermanos de padre y madre, no somos hermanastros, tenemos una misma identidad cultural y origen andino, sería un gravísimo error de Bolivia romper relaciones entre hermanos", agregó.
"Le rogaría a Evo (Morales) que baje el tono de las declaraciones para mantener la relación histórica que hemos tenido", instó el primer ministro peruano.
"Lo respetamos como presidente de Bolivia, pero él debe respetar las decisiones peruanas", acotó Simon al justificar el asilo y refugio que Lima concedió a tres ex ministros del ex mandatario boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada que iban a ser procesados la próxima semana por el llamado 'octubre negro' de 2003, donde murieron 60 personas en manifestaciones civiles.
El gobierno peruano ha enfatizado a través de Simon que parte de su política como país democrático es dar asilo a personas que no han participado en ningún crimen y que reclaman protección.
El canciller peruano, José Antonio García Belaunde, había señalado el miércoles que Lima no ha recibido declaración oficial alguna de La Paz y que sobre el tema no hay nada más que lo dicho por el mandatario boliviano en plaza pública.
"No hemos sido informados oficialmente por Bolivia en ningún caso sobre el tema, en ningún momento hemos tenido comunicación del gobierno boliviano, lo que hemos recibido son expresiones hechas en la plaza pública por el presidente Morales que han sido transmitidas por la prensa", dijo el canciller desde Praga, donde asiste a una reunión de la Unión Europea con el Grupo de Rio.
La turbulencia surgió cuando Lima anunció los últimos días que otorgó asilo a Jorge Torres y luego concedió refugio a Mirtha Quevedo y a Javier Torres, ex ministros del ex presidente Sánchez de Lozada, inculpado -al igual que su gabinete- por la represión de la revuelta popular de 2003.
El ex canciller Diego García Sayán (2001-2003) sugirió seguir con la política de paños fríos de la cancillería y dejar que el tiempo se lleve las palabras.
"Hay que tomarla como una declaración de momento que no expresa una decisión de romper relaciones con el Perú porque no ha habido un acto hostil en la concesión de asilos", afirmó García Sayán, jurista integrante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
"No hay que reaccionar frente a declaraciones sino frente a hechos", insistió el ex canciller citado por el diario El Comercio.
La prudencia peruana quedó de lado en el Congreso, donde el legislador oficialista Luis Gonzales Posada acusó a Morales de afectar la integración regional.
"El presidente de Bolivia juega a los fuegos artificiales, llama a su embajador, nos insulta. Pero lo sustantivo es que esa política afecta a la unidad y la integración regional", dijo el congresista citado por la agencia estatal Andina.
El legislador pidió respeto a las decisiones soberanas del Perú sobre su política de asilo, así como Lima respetó la negativa boliviana de extraditar al peruano Walter Chávez, ex asesor de Evo Morales, procesado por ser el presunto recaudador de la guerrilla del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
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